La Última Cena, de Leonardo da Vinci



Al igual que en el resto de las artes, el principal objetivo de la pintura renacentista fue la consecución de la belleza, entendida esta como representación de la realidad, siguiendo los principios humanísticos de racionalidad u equilibrios compositivos, en virtud de los cuales se percibe el placer estético y del intelecto.
La buen pintura debía responder a  tres principios:
-Circunscripción: como dibujar las figuras.
-Composición: como disponerlas en el espacio.
-Recepción: como colorearlas.
A través de ellos se pretende contar historias humanas y alcanzar una belleza intelectualizada, que tiene en la perspectiva su principal elemento. Se pretende evocar lo antiguo usando el tratamiento de los escenarios y del paisaje, y con la búsqueda de la monumentalidad y el sentido escultórico de las imágenes.
El tema que aquí representa el maestro italiano es el de la Última Cena de Jesús. En ella, Cristo come por última vez junto a sus discípulos justo antes de ser detenido. La escena ya era muy representada desde los primeros siglos posteriores a la muerte de Jesús. En los siglos XII y XIII, los discípulos, con la única excepción de Judas Iscariote, apenas están diferenciados. 
Todo esto cambia con esta obra, que se adentra en el momento posterior al anuncio por parte de Jesucristo de la traición de uno de sus discípulos. Da Vinci individualizará a los apóstoles, que son perfectamente reconocibles, y que comentan entre ellos con actitudes y poses dramáticas. Tampoco aislará a Judas, que queda inmerso en la escena como uno más y no apartado como solía hacerse en representaciones anteriores.
En cuanto a la composición, Leonardo ubica a Jesús como eje central, con una forma piramidal que contrasta con la rectitud de los ventanales del fondo de la estancia. A sus lados se disponen los 12 apóstoles, en grupos de 3 organizados de forma autónoma.
La figura tranquila de Cristo en medio de la crispación general de los apóstoles, que acaban de escuchar de sus labios que alguno de ellos le traicionará, deja el tema de la traición en un segundo plano, centrándose en las distintas relaciones  psicológicas de los apóstoles ante la noticia. Su interés es casi más humano que religioso: estudiar la diversidad de los estados anímicos del ser humano, desde la sorpresa a la ira o la duda, que contrastan con la ya citada tranquilidad de Cristo.
El espacio en el que transcurre la Última Cena queda organizado a través del uso de la perspectiva lineal, cuyas líneas de fuga convergen en el rostro de Cristo y para las que se ayuda de las paredes y el techo, que fueron realizadas de tal forma que parecen una prolongación de la estancia del refectorio de Santa Maria delle Grazie, donde se ubica el fresco.
 La zona superior está pintada con colores más oscuros, que son intrascendentes y no buscan captar la mirada del espectador, al contrario que con los personajes, destacando el uso del color rojo en la figura de Jesucristo. Todo ello resaltado por dos focos de luz: uno que no apreciamos pero que intuimos a nuestra izquierda, pues ilumina a todos los personajes y la pared de la derecha, y otro al fondo de la escena, que entra por los 3 ventanales pero que tiene mucha menos vitalidad dentro de la obra.
Pese a todos sus problemas de conservación, la Última Cena constituye una de las obras centrales de Leonardo, en ella podemos observar el equilibrio de la pintura del Cinquecento entre la representación de los pintores más avanzados del siglo anterior y la expresión de los más tradicionales, que caracterizará los primeros años del siglo XVI
Habría que añadir las referencias que se establecen con la pintura flamenca (óleo, relación exterior-interior,realismo...) y los aportes del propio Leonardo (esfumato, psicología, relación espacio pintado-espacio real...), siendo su influencia decisiva en el desarrollo del arte posterior.
Esta pintura fue pintada a principios del siglo XVI (Cinquecento) caracterizado por el Antropocentrismo cristiano y el retorno a Grecia y Roma. En esta época aparecieron nuevos mecenas (el Papado), y se desplazó el centro de producción a Roma (a donde también acudirá el pintor).

Comentarios

  1. Gracias David. Falta incluirle una fotografía y hacer referencia al arte del Renacimiento y a las características de la pintura renacentista en general de manera un poco más desarrollada.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Comentario EVAU: Coliseo Romano

Comentario de EVAU: El acueducto de Segovia

Comentario EVAU: Retrato ecuestre de Marco Aurelio